sábado, 11 de junio de 2011

Empanada de berberechos y pan de millo de Leo Caldas.

Por razóns de traballo, Caldas fora nalgunha ocasión á lonxa de Vigo. Sempre o sorprendía o bullicio das poxas, a trasfega de barcos, caixas, camións e xentes. Gustáballe escoitar os berros e as risas dos homes do mar e saber que fóra da cidade durmía indiferente ao desvelo daquelas criaturas nocturnas. Con todo, na lonxa de Panxón só alteraba o silencio o rumor das ondas ao romper na praia, e imaxinou que era o cadáver aínda quente de Castelo quen os mantiña calados.

Domingo Villar, A praia dos afogados.










Mira que me lo advirtió Félix Grande, uno no debería volver al sitio donde una vez fue feliz, pero no necesito hacerme las tres horas de coche que ahora me separan de Vigo para soñar que subo Urzaiz en una mañana despejada, acalorada y feliz, agradeciendo ese verano prematuro que a otros se les niega. Urzaiz arriba y abajo, como una cicatriz al sol, del Calvario al Berbés, esa arteria de vitalidad desbordante que vertebra la ciudad, que te empuja hacia el puerto. Bajar Urzaiz en moto, cerrar un segundo los ojos y abrirlos para descubrir la ría, buscar el refugio del calor en la Alameda, escapar de la ciudad hacia las playas... Y aunque los años más felices tienen que estar siempre por llegar a aquellos vuelvo una y otra vez como recuerda F. G. "girarás entorno errabundo/ alrededor del desastre entrañable/ como girase un perro ante la tumba de su dueño".
Ahora me conformo con seguir los pasos de Leo Caldas por Vigo, reconozco cada parada, cada lugar. Domingo Villar confiesa, que escribiendo desde Madrid, es esa su manera de desafiar la distancia. Así que como dos sombras seguimos al comisario y recuperamos parte de nuestro pasado, quién sabe si un día nos sorprenda, con un vino en la mano y un trozo de empanada en la otra, celebrando la vuelta, porque "sabes que volverás, que te hayas condenado/ a regresar, humilde, donde fuiste feliz./ Sabes que volverás/ porque la dicha consistió en marcarte/ con la nostalgia, convertirte/ la vida en cicatriz"






Ingredientes para la masa:

- 350 gr. de harina de maíz.
- 150 gr. de harina de trigo.
- 1 taza de agua.
- 40 gr. de levadura fresca.
- sal

Para el relleno:

- 1Kg. de berberechos.
- 3 cebollas medianas.
- 1/2 pimiento rojo
- una cucharadita de pimentón dulce.
- sal


Elaboración:

La receta original lleva también harina de centeno, que yo no conseguí. La proporción sería entonces de 300 gr. de maíz, 150 gr. de centeno y 50 gr.  de trigo pero yo reajuste las cantidades. Mezclamos las harinas y añadimos la sal. Hacemos un volcán con las harinas y en el cráter volcamos el agua tibia donde habremos diluido la levadura. Amasamos bien, es una masa torpe de trabajar, si amasamos con las manos empapadas en agua resulta más fácil.
Dejamos reposar mínimo una hora en un lugar seco, cálido y sin corrientes. Yo suelo dejar las masas reposar en el horno e incluso con la luz encendida.
Mientras preparamos el relleno; freímos la cebolla picada bien fina y la mitad de un pimiento rojo, salamos. cuando esté hecha (sin que nos quede muy dorada), añadimos el pimentón y retiramos del fuego.
Los berberechos son de las cosas más ricas que hay, un sabor a mar tan concentrado, basta un golpe de calor, al vapor, así solos con un Albariño ya están para morirse. En este caso, los abrimos al vapor y desechamos la concha. No los echaremos en la salsa, alternaremos las capas de verdura y marisco cuando rellenemos la empanada.
Lo más complicado de esta masa es que no se puede extender, se rompe, así que tenemos que armarnos de paciencia para cubrir el molde. Con las manos empapadas en aceite fui cogiendo unas bolas de masa que aplasté con las manos dejándolas lo más finas posibles. Como si se tratara de un puzzle vamos ensamblando los pedazos de masa hasta cubrir la base. Es el momento de empezar a rellenar; disponemos una capa de la cebolla, superponemos otra capa de berberechos y una última de cebolla. Ahora tenemos  que repetir la operación de la masa, colocando la "tapa" de nuestra empanada. Pincelamos con aceite y damos ya el corte. La masa quedará muy crujiente pero se nos deshará completamente si intentamos cortarla después de haberla horneado así que dejaremos los cuadrados ya cortados.
En el horno precalentado a 190º hornearemos una hora aproximadamente.




O sur son moitos nomes, non me esquezo de ninguén pero sobre todo son María, Lano e a súa familia, que foi a miña cando me fixo mais falta e que me reciben sempre cunha aperta. Pra eles esta receita que probei por primeira vez en Tui.



9 comentarios:

  1. Qué gran frase... es cierto que hay que evitar volver al lugar donde un día se fue feliz.
    Omnia mutantur, pero algunas cosas no nihil interit ;-)
    La empanada más que de lujo

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  2. que gran empanada!!...te cojo la receta enterita..que me ha gustado..

    y por que no se ha de volver al sitio donde uno fué feliz??..no estoy de acuerdo con la frase..yo creo que se puede y se debe..
    un beso

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  3. Yo también creo que la frase es más que acertada.
    LA empanada de 10.
    Saludos
    Cook&Company

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  4. GRacias a todas!! pues habrá que pensarse eso de "volver o no volver" por lo menos con el estómago contento, que por cierto, ¡¡será por ideas con todos los cocianblogs!!

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  5. Mmmmmmmmm rico, rico.
    Tiene una pinta deliciosa.

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  6. una empanada perfecta, nunca la he preparado con berberechos, me animaré, es superveraniega!
    (muy buenas las reflexiones del principio)

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  7. Me encantan las empanadas, nunca he hecho de berberechos, así, que con tu receta no tengo excusa!!!tiene una pinta sensacional. Ah!!!!...y creo que si que se debe volver al lugar donde uno fue feliz, eso sí, si pretender encontrar la misma felicidad pasada , sino intentando encontrar la del presente!!!!besos

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  8. No me digas que eres de Vigo! Yo vivo aqui...
    No sé si es vueno volver pero la verdad es que apetece, igual para llevarte el chasco de siglo claro!
    Esa empanada tiene el color perfecto y no es por la cámara eh? se nota el maíz!

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  9. Salomé, viví y trabajé en Vigo un tiempo pero ahora ando por el norte. Pero soy de las que vuelve, tengo mucha gente por allí aunque no voy todo lo que debiera. Un bico!

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