lunes, 13 de octubre de 2014

Cocinando con algas, alga nori y quiche de sardinas.

No esperaba aquella respuesta. Estaba convencida de que me devolvería la pregunta en vez de responderme, como era habitual en él.
- ¿en la reencarnación o en el destino?
- Un cocido con nabo y albóndigas de pescado, por favor- pidió el maestro.
- Otro con pasta de pescado, fideo de konjac y nabo- añadí yo para no parecer menos. El chico joven pidió un cocido de algas con tarta de pescado. Aparcamos momentáneamente la conversación sobre el destino y la reencarnación y nos concentramos en nuestros platos.

El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor. Hiromi Kawakami.

Un encuentro casual, un deambular por tabernas comiendo, hablando y brindando con sake por la acertada burla al destino.
Hacía tiempo que quería probar las distintas variedades de algas en la cocina. Y aprovechando este golpe de entusiasmo que me animó a volver por aquí me pongo a ello. Antes del quiche de hoy probé con un par de cosas sencillas para irle pillando el punto a las cantidades, las diferencias de sabor , de texturas... Preparé unos caldos, la base de unas croquetas y unos garbanzos. Hace unos días un amigo me hablaba de esas sardinas en salazón que encontramos todavía en algunos colmados y me acordé de un quiche con sardinas de lata que solía hacer bastante pero que tenía ya en el olvido. Así que la recuperé y le hice algún cambio, renunciando a algunos de los ingredientes para que el sabor a mar fuera el protagonista. La receta tanto de la masa como de la elaboración es la misma y la podéis encontrar pinchando aquí. 
Para el relleno:
De alga nori deshidratada utilizaré una cucharilla de postre. Me hice con varios paquetes de algas de cultivo ecológico de una empresa gallega que las comercializa en supermercados. Por aquí no son difíciles de encontrar. Además de su sabor tienen muchas ventajas a nivel nutricional así que todo anima a probarlas.
Esta vez quedarán de la antigua receta las alcaparras, las sardinas en aceite (una lata) y una cucharada de alga nori en copos que dejaré mientras preparo todo en un vaso con agua para rehidratarlas. A la hora de disponer todo sobre la base las escurrimos bien. La textura de los copos una vez hidratados es suave con un sabor muy definido a mar y que recuerda al olor de las algas en la playa pero no demasiado fuertes. Este es el resultado:


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